¡Yo era una metomentodo!

Hay un refrán que dice eso de:

Consejos vendo que para mí no tengo. 

El caso es lo seguía a pies juntillas, por que para meterme en la vida de los demás y

decidir lo que ellos tenían que hacer me faltaba tiempo, oye.

¿Parece increíble verdad?

Un día estaban dos amigas hablando de ir a las rebajas y yo les decía que me parecía mejor gastar ese dinero en otra cosa.

Les comentaba que seguramente no se iban a poner esa ropa y se iba a quedar ahí, colgada en una percha.

Con la etiqueta sin cortar, hasta la siguiente limpieza de armario.

Por que eso precisamente era lo que me había pasado a mí, infinidad de veces.

Y lo peor de todo es que lo dije sin que me hubieran pedido mi opinión.

O sea, vamos a ver, que ¿no era capaz de dirigir mi vida y me daba el lujo de darles consejos a los demás de lo que deberían hacer en las suyas?

Pues sí, lo confieso, yo era una metomentodo.

Con el tiempo he aprendido que lo hacía porque mi vida era tan insulsa, tan vacía que me deprimía.

Y el meterme en la vida de los demás, me daba subidón de energía y me hacía sentir que alguien me necesitaba.

Era mi válvula de escape para el estrés que invadía mi vida.

Hoy en día reconozco que todo esto me parece una locura.

Menos mal que la vida me trajo la solución a mis problemas.

El caso es que con todo lo que aprendí en el Master Profesional de Terapia de Vida Integral, pude ver con claridad como era mi vida y todo lo que necesitaba cambiar en ella.

Esto no significa que ahora sea perfecta, no soy tan ingenua, porque me quedan algunas cosas por resolver.

Pero que quieres que te diga, no son ni de lejos los “problemones” que tenía antes.

Una de las mejores cosas que he hecho en mi vida es quitarme esa necesidad de meterme en la vida de otros.

Porque ese tiempo que les dedicaba a sus vidas, ahora se lo dedico a la mía.

Ahora sí, como Terapeuta de Vida Integral, ya tengo como profesional, herramientas y recursos para que tú también puedas hacer los cambios que tanto te cuesta hacer en tu vida.

Vamos, que si me dicen hace unos años que mi vida iba a cambiar tanto, no me lo hubiera creído.

Hubiera jurado que era imposible.

Así que si tú también quieres aprender a resolver los problemas que trae la vida de una forma más eficaz,

Quizás te interese conocer la Terapia de Vida Integral, como hice yo, para cambiar estos y otros aspectos de tu vida.

Contáctame por aquí y quedamos para hacer una primera sesión gratuita y así das un primer paso para cambiar lo que no te gusta de tu vida.

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Te envío la historia de la vez en la que casi me quedo calva una semana antes de mi boda:

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