¡Ya no quiero ser perfecta!

En honor a la verdad tengo que decir que me costaba la vida tomar decisiones porque quería que todo fuera perfecto.

Valeee, tanto como para comprar el pan no, pero no me negarás que a veces hay tantas opciones de pan que no sabes cuál escoger, je, je, je.

La cosa es que todo se me hacía cuesta arriba.

 Algo tan simple, por ejemplo, como preparar una salida para ir al monte, ya fuera en familia o con amigos.

Por supuesto, como no, yo tenía que estar en medio de todo el fregado.

Mi frase favorita era:

-¡Ya me ocupo yo de eso!

No te puedes ni  imaginar lo que pasaba a partir de ahí.

No te lo imagines que te lo voy a contar, yo era de esas personas a las que no les basta con tener un plan A, tienen que tener un plan B por si llueve y uno C por si sale mucho sol y uno D… y así hasta el infinito y más allá.

Tenía que ser la salida perfecta, perfectísima, no podía fallar nada y todo el mundo se tenía que divertir a saco.

¿Y que decir si me equivocaba al planearlo y llovía en lugar de hacer sol?

Te aseguro de que las penitencias de Semana Santa se quedaban cortas conmigo,  y porque no tenía un látigo que si no…

Y que decir del lenguaje que usaba conmigo misma, me decía cosas que no se las hubiera dicho ni a mi peor enemigo. Me culpaba de todo hasta la saciedad.

¡Y eso que solo era una salida la monte! Imagínate lo que podía llegar a hacer en mi día a día.

Gracias a  todo lo que he aprendido en esta Terapia de Vida Integral, ahora me quiero me trato mejor y no me como la cabeza con falsos perfeccionismos.

El caso es que ahora me da igual donde ir, disfruto del momento y sé que si alguien se lo pasa mal no es mi problema, es de esa persona.

Si tú también quieres dejar de comerte la cabeza preparando planes superferfectos que no disfrutas y te sientes mal por ello, 

¿Porque no pruebas la Terapia de Vida Integral y aprendes a ver la vida de otra manera?

Si quieres hacerlo,  contáctame por aquí y te cuento como se hace.

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Te envío la historia de la vez en la que casi me quedo calva una semana antes de mi boda:

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