Hablando otra vez de propósitos para el Año Nuevo, el otro día me contaron un chiste que me hizo una muchísima gracia.
Te pongo en situación, 2 de enero, lunes.
Una persona entra en el gim, y dice:
-Hola quería apuntarme al gimnasio.
-Muy bien, vienes a preparar una carrera, pesas o propósitos de año nuevo. -Le dice el recepcionista del Gimnasio.
-Por propósitos de año nuevo.- Dice el cliente
-Enhorabuena, estamos de oferta para propósitos de año nuevo, la oferta consiste en un día de clase y 4 fotos en las máquinas.
Ja, ja, ja.
No me podía parar de reír.
Me acordé de todos los primeros de año que he ido a renovar la cuota ¡¡¡Anual!!!, del gimnasio para luego no ir más de 10 días.
He sido una ingenua.
El caso es que desde pequeña me quedó claro de que el ejercicio físico no era lo mío.
Me están viniendo a la mente algunos recuerdos pesadilla de mis años mozos.
Algunas veces en clase de gimnasia, nos ponían en fila de a uno, y cuando me tocaba el turno, lo veía ahí delante.
Desafiándome
Y tenía que saltarlo…
Imposible.
Entre el sudor de las manos por el estrés que me daba, y que no había manera de coordinar mis manos y mis piernas…
Siempre me lo llevaba por delante y caíamos los dos, el potro y yo.
Que leches me daba.
Así aprendí lo que era un potro de tortura.
Aun y todo he seguido probado diversas formas de practicar deporte:
He probado de todo:
Bicicleta, Zumba, Yoga…
Y muchas más.
Al final siempre les encontraba un Pero…
-No tengo equilibrio.
– No me sé los pasos.
– Me duele aquí, me duele allá…
Y de esta manera hasta dejar de practicarlo.
Con los años siempre he buscado excusas para no hacer ejercicio.
Y para colmo, he estado siempre por encima del peso que se suponía debía tener.
¿A qué viene todo esto?
¡Pues a que al final ya he encontrado algo que me gusta y que puedo hacer sin romperme la crisma!
Estoy encantada de que en mi vida haya aparecido el Chi+Kung y Vida Integral.
Mi Terapeuta de Vida Integral es profesora de Chi+Kung y Vida Integral y me animó a probarlo.
Yo no sabía lo que era, pensaba que era como el yoga y me resistía a probarlo.
Pero como desde hace un tiempo soy más atrevida, al final me animé.
Y…
Que diferencia, son unos movimientos super fáciles, que cualquier persona puede hacer.
No hace falta ningún requisito especial para practicarlo.
Y encima, es online en directo, una vez a la semana y no me tengo que mover de mi casa.
Si no te viene bien la hora del directo, puedes ver la clase durante toda la semana en tu casa.
Ya no he vuelto a apuntarme al gimnasio y enfadarme conmigo misma por no ir.
Por supuesto que ya me he olvidado de excusas como:
-Jo está lloviendo, que pereza ir al gimnasio.
-A esa hora me viene fatal.
-Etc.
Lo mejor es que al hacer estos movimientos tienes muchos beneficios, aparte de que te da mucha energía.
Y, ¿dónde me apunté para conseguir esta maravilla?
Es muy fácil haz clic en este enlace:
Si después de lo que te he contado, todavía tienes excusas del estilo de:
“Estoy muy estresada, no tengo tiempo”,
Escríbeme por aquí y te cuento como me deshice yo del estrés y la ansiedad.