Dicen que una imagen vale más que mil palabras.
Y es verdad.
A mí hay una foto de una escultura que vi en internet hace poco que me llamó mucho la atención desde que la vi.
Se trata de una escultura en la que se ve un grupo de cabezas de hombres, algunos con el agua al cuello y otros ya cubiertos de agua.
No sé si tú la habrás visto se llama “Campaña electoral”
Pero en las redes la han rebautizado como “Con el agua al cuello, debatiendo sobre el cambio climático”
Y me impactó mucho porque la mayor parte de las veces estamos con el agua al cuello y no nos damos cuenta de cómo estamos.
Porque cuando alguien te pregunta:
– ¿Qué tal estás?- tú respondes– Bueno, bien, tirando.
Normalmente, solo se suele decir que se está bien, porque a veces no tienes tiempo ni de darte cuenta de que estás mal.
Yo misma tuve un par de episodios de estos super estresantes en mi vida, uno de ellos, por ejemplo, la muerte de mi padre en los que la situación me superó.
Porque yo antes también pensaba que podía yo sola con todo.
Y que no me hacía falta la ayuda de nadie para nada.
El caso es que el estrés se adueñaba de mi vida y yo no me daba cuenta.
Y llegó un día en que yo no estaba con el agua al cuello…
¡Ya estaba tragando agua!
Si entonces hubiera sabido todo lo que aprendí después en el Master Profesional de Vida Integral, otro gallo me hubiera cantado.
Por eso entiendo que la gente me diga que no necesita ayuda, aunque tengan verdaderos problemones encima.
Y la gran noticia es que puedes salir del pozo antes de que sea tarde o demasiado tarde, para evitar el sufrimiento innecesario.
Porque siempre tienes tiempo de cambiar lo que te molesta o te estresa.
Si te interesa empezar a hacer cambios en tu vida y no dejar que los problemas te lleguen como el agua al cuello, contacta conmigo por aquí y quedamos para hacer una primera sesión gratuita y para que sepas como puedes conseguir salir de ese pozo en el que estás ahora y volver a disfrutar de tu vida.