Con la hora pegada al culo

Hace años siempre iba cuesta abajo y sin frenos con el tiempo:

  • que si hacer la compra,
  • que si la comida
  • que si tengo que llamar a mi madre

Y así un sin fin de cosas.

Y encima, yo creía que tenía que hacerlo todo el mismo día y a la misma hora.

Ya ves tú…

Y siempre diciendo:

Ya voy, voyyyy, ahora lo hago…

Miraba el reloj y aquello corría como un endemoniado.

Oye, siempre con la hora pegada al culo.

Aun así, pensaba que tenía tiempo para descansar, hasta que me di cuenta de que no era verdad.

Daba igual las responsabilidades que tuviera, muchas o pocas, siempre estaba ocupada, siempre ocupada. 

¡Arggg… qué rabia!

Y además de lo mío, también tenía que ayudar siempre a los demás.

Así que ¡Tachan…! 

¡Santa Nekane al rescate!

¿Y a mí?

¿A mí quién me ayudaba?

Así que me puse a pensar:

Si tuviera una varita mágica para conseguir más tiempo, … ¡Wuauuu… Eso sería genial!

¡Y la encontré!

Porque lo que hice fue buscar a alguien que me enseñara a gestionar mi tiempo para dejar de sentir esa presión por hacerlo todo y no tener tiempo para mí.

¿Por qué sabes qué?:

Eso se aprende como yo lo aprendí. 

¡Y vaya diferencia, oye!

¡Como de la noche al día!

No es necesario esperar hasta que ya no puedas más y revientes.

Si tú también quieres aprender a usar la varita mágica de gestionar tu tiempo para liberarte de la esclavitud de que no te dé la vida, escríbeme aquí.

Comparte este artículo:

Te envío la historia de la vez en la que casi me quedo calva una semana antes de mi boda:

Deja un comentario